![Imagen](/uploads/1/2/8/2/12825441/8083052.jpg?253)
Las redes sociales ya forman parte de nuestra vida cotidiana, continuamente repasamos las actualizaciones de nuestro timeline y atendemos notificaciones. Interactuamos con nuestros amigos y familiares, los sentimos más cerca, estén donde estén. Sin embargo, el asentamiento de este nuevo modo de comunicarnos, global y continuo, crea un nuevo escenario que nos expone en todo momento a información deseada y no deseada; así lo demuestran estudios recientes que afirman que la constante exposición a estos espacios puede provocar envidia y depresión en jóvenes y personas de baja autoestima o en proceso de duelo, con sus consecuentes efectos negativos en el equilibrio emocional.